El primer matrimonio



Dar quiso Dios al hombre compañía
Igual en dignidad y hermosura,
Y para componer tan gran figura,
Sueño y saber a un tiempo le infundía:

De su costilla la mujer hacía
Sabia, linda y honesta criatura;
Y el hombre arrebatado en su dulzura,
«Mi carne eres y hueso», le decía.


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