Anunciemos su poder



¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y
los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el
polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y
con pesas los collados?

He aquí que las naciones le son como la gota de
agua que cae del cubo, y como menudo polvo en
las balanzas le son estimadas; he aquí que hace
desaparecer las islas como polvo.

Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó
estas cosas; él saca y cuenta su ejército;

A todas llama por sus nombres; ninguna faltará;
tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su
dominio.

¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es
Jehová, el cual creó los confines de la tierra?

No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su
entendimiento no hay quien lo alcance.

Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¿quién como tú?
Poderoso eres, Jehová, y tu fidelidad te rodea.

Tú tienes dominio sobre la braveza del mar;
cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el
mundo y su plenitud, tú lo fundaste.

Tuyo es el brazo potente; fuerte es tu mano,
exaltada tu diestra.

Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; misericordia
y verdad van delante de tu rostro.

Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte;
andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.


Estas letras son propiedad de sus respectivos artistas, autores y compositores, y están destinadas únicamente a fines de estudio privado.