Un canto de alabanza



Al SEÑOR esperé pacientemente, y él se
inclinó a mí y oyó mi clamor.

Me sacó del hoyo de la destrucción,
del lodo cenagoso; asentó mis pies
sobre roca, y afirmó mis pasos.
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Puso en mi boca un cántico nuevo, un
canto de alabanza a nuestro Dios; muchos
verán esto y temerán, y confiarán en el SEÑOR.

Cuán bienaventurado es el hombre
que ha puesto en el SEÑOR su confianza,
y no se ha vuelto a los soberbios ni a los
que caen en falsedad. #398

Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas
que tú has hecho, y muchos tus designios para
con nosotros;
Nadie hay que se compare contigo;
si los anunciara, y hablara de ellos, no
Podrían ser enumerados.

Me deleito en hacer tu voluntad, Dios
mío; tu ley está dentro de mi corazón.

He proclamado buenas nuevas
de justicia en la gran congregación;
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He aquí, no refrenará mis labios, oh SEÑOR,
tú lo sabes.

No he escondido tu justicia dentro de mi
corazón; he proclamado tu fidelidad y
tu salvación;
No he ocultado a la gran congregación tú
misericordia y tu verdad.

Regocíjense y alégrense en ti todos los
que te buscan; que digan continuamente:
¡Engrandecido sea el SEÑOR! los que aman
tú salvación.


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