La mujer samaritana
Vino una mujer de Samaria... y Jesús le dijo: Dame de beber. Juan 4:7



1. ¡De tu cántaro dame, dame tú de beber!,
A la Samaritana, dijo un día Jesús.
¡Por qué, siendo judío me diriges la voz?
// Respondió con vehemencia
la mujer que ignoraba la grandeza de Dios. //

2. ¡Oh! si tú conocieses este don que es de Dios
Y quien viene a rogarte que le des de beber,
Quizá tú pedirías y él podríate dar
// Agua más deleitosa, que en los pozos
terrenos no podrás encontrar. //

3. Quien bebiere de esta agua volveré a tener sed,
Mas aquel que bebiere de la que le daré,
Para siempre, declaro que más sed no tendrá;
// En su alma una fuente para vida
eterna con poder saltará. //


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